Yo sabía que la amistad es algo muy importante en la vida de las personas, pero no que se hubieran pronunciado sobre ella los más prestigiosos hombres y mujeres de letras. Y menos que para muchas personas ésta, la amistad, le hubiera aportado sólo malos momentos. Resulta que hace unos días leía: “De adolescente tuve una amiga, una gran amiga, que terminó robando unos documentos, poniendo a mi madre en mi contra y que además estuvo a punto de que me metieran en la cárcel por un robo que no cometí; estudiando en la Universidad tuve una amiga con la que me sentía cómplice. Pero nos separamos y la distancia ha terminado por volver invisible una unión que para mí fue muy importante. Luego, ya casada, conocí a una mujer con la que compartí todos los sentimientos, actos, y hasta el aire que respiraba. Terminó siendo la pareja del que sería mi ex marido: hasta hoy, en que no tengo amigas y mucho menos amigos, pero… Al final estoy a punto de llegar a la conclusión de que sí existe la amistad, sólo que somos nosotros, con nuestras deficiencias, nuestros miedos, nuestros traumas y nuestros fantasmas, los que atraemos (¡cómo somos las parejas!) a personas equivocadas, pero sí que existe”. Como veis, todo un relato ante el que plantearse seriamente lo que la amistad viene a resultar para algunos. Y aquí es donde quería llegar: ¿me puedes contar tus experiencias? No se trata de ser exhaustivos; si acaso, un relato parecido al que acabas de leer. Estoy tan convencido de que la amistad es imprescindible para el desenvolvimiento en el mundo laboral y familiar de todos nosotros, que me resulta muy difícil rechazar que estamos aquí para entendernos y para querernos. Si te apetece, escríbeme. paga34@gmail.com